Una misma nevera puede ser pequeña y grande a la vez, todo depende de cómo está organizada para que nuestra impresión se acerque a lo segundo. Sabemos que la temperatura ideal oscila entre los 2º y 5º, mientras que la del congelador deberá estar a una temperatura de -18º, pero… ¿cómo distribuimos los productos para sacar el máximo provecho al espacio a la vez que nos aseguramos de que cada uno recibe el nivel de frío adecuado para conservar su calidad y seguridad?

No todas las zonas de la nevera reciben la misma temperatura en frío, y debemos tener en cuenta la naturaleza de los alimentos a la hora de distribuirlos, razón por la que organizar por categorías es el método más efectivo y seguro. El frío a menos de 8º retrasa la degradación de los alimentos, pero también puede llegar a quemar determinados productos o acarrear una pérdida de nutrientes (especialmente en algunas frutas). Por ello, en muchos modelos de frigorífico existen cajones prediseñados que indican el lugar donde guardar nuestras frutas y verduras, las carnes y/o pescados … para evitar errores fatales.

A día de hoy ya no existen normas generales en cuanto a qué zona es la más fría (aunque tradicionalmente es la más cercana al congelador). Lo mejor es consultar al fabricante según nuestro modelo de nevera o leer los detalles en el manual que viene en el momento de la compra, para conocer este tipo de detalles. 

Algo imprescindible es evitar la contaminación cruzada, originada cuando los alimentos entran en contacto con otros que, cocinados o no, traspasan microbios u otras sustancias ajenas que son perjudiciales y pueden ocasionar infecciones alimentarias graves. Para evitarlo, es crítico mantener una correcta higiene tanto de nuestras manos como de los utensilios utilizados, y cerrar los envases herméticamente (especialmente en alimentos crudos como carnes y pescados, que además deben siempre estar en la zona más fría).

Las bebidas y los botes de conserva suelen guardarse en las partes menos frías, a diferencia de por ejemplo los quesos y resto de lácteos que, una vez abiertos, necesitan una buena cadena de frío. También es importante guardarlos juntos en una misma sección.

En cuanto a las frutas y verduras, muchas no necesitan o no deben estar en refrigeración para mantener sus condiciones (patatas, cebollas, frutas tropicales o de verano como el melón, los tomates, el aguacate …). En cuanto a las que sí incluímos (judías verdes, apio, puerro, zanahoria, uvas, fresas …) lo mejor es tener separada la fruta de la verdura para evitar que el etileno de unas contamine a otras que puedan ser más sensibles a este gas. ¡Ah! Y si vas a congelar hortalizas, recuerda que es mejor cortarlas antes. 

En la puerta suelen disponerse los alimentos que menos frío necesitan y soportan mejor los cambios de temperatura, como los huevos, mermeladas y mantequillas, salsas, también las bebidas …

Más trucos Florette para conseguir una nevera que proteja nuestro hogar y se mantenga siempre limpia y ordenada

Te dejamos algunos trucos extra para que, además de tener una nevera segura donde reine el orden, seas más eficiente en la recogida de los alimentos:

. Dentro de una misma categoría, pon los alimentos que caducan primero en la parte delantera para ser los primeros en coger.

· Lava bien las frutas y verduras.

· Sustituye los botes y recipientes originales por tuppers u otros recipientes. 

· Deja espacio suficiente entre los alimentos para que el frío circule y no se deterioren. Además, intenta que nada toque las paredes y deja huecos libres en la medida de lo posible. En este sentido, la organización semanal es muy importante con el fin de evitar saturar la nevera y conseguir el efecto contrario.

· ¿Y si tienes tuppers? Asegúrate de que están correctamente cerrados y son herméticos (previenen la entrada de oxígeno en la comida). Escribe también la fecha en la que ha sido cocinado. 

Estamos seguros de que tienes ideas extra para conseguir la nevera perfecta… ¡Cuéntanos abajo en los comentarios!