Beneficios de la natación

La natación se reconoció como deporte a finales del siglo XVIII en Gran Bretaña, con la organización National Swimming Society, fundada en Londres. Desde entonces, se considera una de las actividades físicas y deportivas con mayores beneficios para nuestro cuerpo. 

Cuando nadamos, independientemente del estilo que elijamos, movemos todos los grupos musculares de forma simultánea y trabajamos tanto nuestra forma física como cardiovascular. Nos ayuda a mejorar la flexibilidad y elasticidad de nuestras articulaciones y músculos (especialmente el cuello, los hombros y la pelvis). ¿Llevas tiempo nadando y notas que has mejorado y elevado el rango de movimiento en las brazadas?

Además, produce bajo impacto en los huesos y articulaciones, por lo que es ideal para las personas que por recomendación médica no pueden realizar deportes de alto impacto en los que se sufre un mayor desgaste.

Te contamos los principales beneficios de la natación

A nivel físico, podemos destacar:

  • Quema muchas calorías. Al ser un deporte con el que estamos ejercitando todo nuestro cuerpo, esto supone una mayor exigencia para el mismo. Esto genera la necesidad de invertir más energía en su realización, la cual obtenemos de la comida y las calorías que ingerimos.
  • Reduce el dolor de espalda: una de las razones por las que está tan extendido este deporte es por el alivio de dolores en la espalda (aunque ante problemas graves, la recomendación siempre debería estar pautada por un especialista). Nadar ayuda a fortalecer los músculos de la espalda y, además, como es necesario tenerla todo el rato estirada y en una buena posición, nos ayuda a mejorar nuestra postura corporal.
  • Ayuda en el desarrollo de la coordinación.
  • Mejora de la capacidad pulmonar y, por tanto, del sistema respiratorio.
  • Favorece la circulación de la sangre, aumentando el flujo de sangre al cerebro, lo que además favorece a la concentración
  • Reducción del estrés y la ansiedad. Como todos los deportes, nos ayuda a liberar tensiones y endorfinas del cuerpo, dándonos tanto durante como después del ejercicio una enorme sensación de bienestar emocional.
  • Ayuda a relajar nuestros músculos una vez terminamos de estirar.
  • Previene y trata lesiones. Al ser un deporte sin impacto, no existe riesgo grave de lesión (salvo por malas prácticas o un mal movimiento).

Como vemos, la natación hace funcionar a nuestro cuerpo y nos ayuda a sentirnos mejor. Si además lo complementamos con una dieta variada y equilibrada, ¡estamos de lujo! 

¿No has nadado nunca y no sabes cómo comenzar este hábito? Te damos algunos tips que seguro te servirán 

En primer lugar, asegúrate de que vas a la piscina más cercana posible a tu casa, tu lugar de trabajo, centro de estudios … de manera que ir a nadar no te suponga un esfuerzo “extra”.  Antes de iniciarte en este increíble deporte, piensa en qué modalidad puede gustarte más: natación normal, clases de aquagym, aeróbicos acuáticos … ¡Asegúrate de elegir una actividad que te haga disfrutar!

Por otro lado, asegúrate de estirar y calentar unos 10 minutos antes de lanzarte a la piscina: al tener ya el cuerpo preparado los inicios se te harán menos duros, lo cual es imprescindible para mantener la constancia y disfrutar de ello.

Un buen consejo es apuntarte a clases de natación, especialmente para principiantes, ya que te ayudará a conseguir la técnica adecuada en el nado y la respiración. Además, ¡aprenderás las normas y reglas básicas del mundo de la natación que seguro que te apasionan y te ayudan a estar más comprometido con tu nuevo proyecto! Cómo saltar sin molestar a otros usuarios o evitar interferir durante el ejercicio, recomendaciones de higiene …

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