Una de las plantas más utilizadas en la gastronomía, ¡y no nos extraña! Las propiedades de la menta, nutricionales y terapéuticas, así como su versatilidad, la convierten en un gran aliado en muchos hogares para aliviar dolores, curar heridas o dar un toque diferente y fresco a las recetas. ¿Habías oído que los medicamentos para la tos incluyen menta en su composición? ¿O que se utiliza en muchos colutorios para prevenir la placa bacteriana y, por tanto, la aparición de caries? 

La menta (cuyo nombre científico es “Mentha”) procede principalmente de la Europa mediterránea, aunque también se cultiva en zonas de África, Japón y Estados Unidosn(principal productor mundial). Existen una gran cantidad de variedades y se cultiva en diferentes climas, aunque responde mejor a suelos frescos y húmedos de climas templados, y puede resistir hasta -15ºC.

Te contamos los principales beneficios de la menta:

• Es antiséptica y antipruriginosa: Calma infecciones, acné, picaduras de insectos, mordeduras y ayuda a la cicatrización de heridas.
• Trata problemas respiratorios: Su componente principal, el mentol, ayuda a disminuir la congestión en garganta, pulmones y nariz, así como tratar la tos, bronquitis y el asma. 
• Alivia trastornos digestivos como los cólicos, distensión o hinchazón abdominal, gases, ardores… 
• Elimina el mal aliento gracias a sus propiedades antibacterianas.
• Gracias a sus efectos anticoagulantes, mejora la oxigenación y circulación de la sangre, algo súper beneficioso para nuestra salud cardiovascular y para tratar dolores de cabeza, hinchazón de extremidades y varices.
• Es una gran aliada del cuidado íntimo femenino para aliviar irritaciones en la zona externa.
• Efectos tranquilizantes: ayuda a calmar palpitaciones cardíacas, el estrés y la ansiedad.

No obstante, es importante indicar que un uso excesivo de esta hierba puede traer los efectos contrarios y que la cantidad óptima varía en función de factores como la edad o el estado sanitario. Tampoco es recomendable su consumo para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños menores de seis años o personas con alergias respiratorias o hipersensibilidad. 

¿Cómo la incorporamos para aprovechar todas sus propiedades? Podemos utilizarlas tanto en platos dulces y repostería como en platos salados (para aromatizar guisos, por ejemplo), para hacer infusiones, aderezos en tus deliciosas ensaladas, cócteles saludables, salsas … ¡Que no sea por falta de creatividad! 

¿Sabes cómo mantener las hojas de menta fresca para que duren más tiempo y conserven sus propiedades? Lávalas, sécalas muy bien y envuélvelas en una toalla de papel humedecida. Después guárdalas en una bolsa de plástico o en un recipiente hermético (asegúrate de quitar el máximo aire posible) y, por último, colócalas en la nevera.

¡En nuestro canal de YouTube encontrarás recetas deliciosas y llenas de frescor para incorporar esta poderosa hierba en tu día a día gastronómico!