Desmontando mitos sobre cocinar en el microondas

¡Con lo útil que es y los temores que a veces genera! Según el INE, el microondas está presente en casi el 86% de los hogares españoles. Y no nos extraña: su versatilidad y comodidad para el día a día lo convierten en un pequeño electrodoméstico ideal para equipar la cocina. Por ello, queremos desmontar algunos de los mitos más comunes.

Todos hemos escuchado alguna vez que cocinar en el microondas tiene ciertos riesgos por emitir radiaciones nocivas. ¡Afortunadamente no nos tenemos que preocupar! Las ondas que se emiten son electromagnéticas de alta frecuencia y que actúan sobre determinadas moléculas polares del agua, grasas y azúcares, por lo que la composición química de los alimentos no se ve alterada de manera diferente a lo que lo harían con el resto de opciones para calentar (cocción, horneado …). 

Y… ¿Qué son las moléculas polares? Son aquellas que poseen en una parte una mayor densidad de cargas negativas, mientras que el otro extremo tiene una mayor carga positiva, dando origen a un dipolo eléctrico. El microondas hace uso de estas cargas para moverlas provocando choques con otras moléculas, generando calor y ningún efecto nocivo o destructivo.

Por otro lado, sí es cierto que el microondas no calienta todos los alimentos de manera homogénea, ya que esto dependerá de la composición de los mismos. Los ingredientes con menos agua (u otro componente con moléculas polares), como el aceite o el arroz, se cuecen más lentamente porque al contener menos de estas no se pueden mover fácilmente para distribuirse de manera equitativa.

Ahora bien, ¿deberíamos calentar todo tipo de alimentos? El microondas, aunque sea seguro para nuestra salud y práctico en nuestro día a día, es mejor evitarlo cuando queremos procesar según qué tipo de ingredientes por posibles pérdidas del valor nutricional de los mismos. Te dejamos un listado de los más importantes y a tener en cuenta:

  • Arroz: Contiene una bacteria altamente resistente a las altas temperaturas y podría producirse un problema de seguridad alimentaria.
  • Brócoli y espárragos: Estos pierden una gran cantidad de sus propiedades nutricionales al calentarse.
  • Huevos duros: La humedad que tienen hace que al recalentarse los huevos se cree una acumulación de calor que hacen que funcionen como una olla a presión. Esto se debe a que la clara tiene mucha agua y la yema mucha grasa concentrada. Por ello, sería mejor optar por otro método o cortar el huevo en trozos pequeños para evitar este efecto.
  • Leche materna: Se genera el problema de la homogeneidad y que partes de la leche estén frías o a temperatura ambiente y otras excesivamente calientes.
  • Pollo: Otro alimento que se ve afectado por la falta de homogeneidad al calentar, ya que contiene más bacterias que el resto de carnes y se trata además de ser la más contaminada en crudo. Un ineficaz cocinado podría generar problemas de toxicidad alimentaria. 

¿Tenías dudas sobre si es malo cocinar en el microondas es un mito o una realidad? ¡Esperamos haberlas disipado! Cuéntanos en comentarios.

Si quieres saber cómo sacar todo el potencial nutricional a los alimentos y utilizar los procesamientos adecuados, te recomendamos este artículo.

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